DISCURSO DIA DE LA MEMORIA
LIC. MERCEDES DE LOS REMEDIOS SANCHEZEl Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia es el día en el que se conmemora en Argentina a las víctimas políticas producidas por la última dictadura militar que gobernó el país, autoproclamada Proceso de Reorganización Nacional. Se conmemora anualmente el 24 de marzo en recuerdo del mismo día de 1976, fecha en la que se produjo el golpe de Estado que depuso al gobierno constitucional de María estela de Perón dando inicio a la dictadura militar.
El 2 de agosto de 2002 el Congreso de la Nación Argentina promulgó la ley 25.633 creando al Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia con el fin de conmemorar a las víctimas, pero sin darle categoría de día no laborable. Tres años después, durante la gestión del presidente Néstor Kirchner, se impulsó desde el mismo Poder Ejecutivo Nacional se opusieron a la propuesta por considerar impropio que un día donde se debía recordar pudiera convertirse en una ocasión aprovechada por los entes turísticos para la obtención de ganancia por los puentes o fines de semana largos. Finalmente, el Congreso aceptó la propuesta del ejecutivo y declaró al 24 de marzo como día no laborable, estableciendo sin embargo su inamovilidad, es decir, la imposibilidad de que se traslade al lunes o viernes más próximo.
Según el Diccionario Ideológico de la lengua española, Julio Casares de la Real Academia Española, UN golpe de estado es una medida grave y violenta que toma uno de los poderes del Estado, usurpando las atribuciones de otro. Según el Diccionario de uso del español, María Moliner, es la acción de apoderarse violenta e ilegalmente del gobierno de un país alguno de los poderes del mismo, por ejemplo, el ejército. Y según Espasa Calpe es la usurpación ilegal y violenta del poder de una nación.
Golpe de Estado, violación y vulneración de la legalidad institucional vigente en un Estado por parte de un grupo de personas que pretenden, mediante la fuerza, sustituir o derrocar el régimen existente, sustituyéndole por otro propicio y generalmente configurado por las propias fuerzas golpistas. Este ataque contra la soberanía implica que la mayoría de los golpes de Estado supongan la retención de los organismos depositarios de aquélla (cámaras parlamentarias, gobierno) o de sus miembros.
Los participantes suelen tener control sobre elementos estratégicos de las fuerzas armadas y de la policía y, para asegurar el triunfo de su acción, toman y censuran los medios de comunicación.
Durante muchos años el golpe de Estado ha sido un instrumento habitual para el derrocamiento de gobiernos en el Tercer Mundo. La pobreza, la insuficiente madurez política, económica y social, y una larga tradición de liderazgo militar, han hecho que muchos países sean especialmente propensos a derrocar a los gobiernos de este modo. Ahora esta pauta parece prevalecer en África.
En definitiva, el golpe de Estado es un acto de autoridad consistente en un atentado -o ataque- meditado, ilegal y brusco a las normas de organización, de funcionamiento o de competencia de las autoridades constituidas; atentado -o ataque- dirigido, según un plan preconcebido y por motivos diversos, por un hombre o grupo de hombres asociados con el fin de apoderarse del poder, o de defender o reforzar su posición en el gobierno, o de producir una modificación en la orientación política del país.
El cambio de Gobierno, en los países democráticos, se realiza normalmente mediante elecciones competitivas, que no son sino un modo de renovación periódica del equipo gobernante. El golpe de Estado es también un procedimiento para cambiar de Gobierno, pero, a diferencia de las democracias, es ilegal y suele ir acompañado de violencia. Según Friedrich, historiador y filósofo, el golpe de Estado es típico de los sistemas monocráticos e inestables
Las garantías constitucionales son suspendidas y las personas encontradas en actividades políticas son perseguidas como delincuentes. La Justicia y la Policía quedan supeditadas a las Fuerzas Armadas y el aparato burocrático del Estado continúa, con pocos cambios, sirviendo al nuevo régimen.
Colegas docentes, maestros de Taller, preceptores, alumnos: La memoria nos ayuda a iluminar el presente y a generar el futuro en la vida de los pueblos y en nuestras propias vidas. La historia es memoria de la vida de los pueblos, que se fue construyendo en el tiempo, entre luces y sombras, entre el dolor y la resistencia.
Colegas, Maestros de Taller, alumnos, Argentina fue sacudida y violentada por la última dictadura militar y por todas las dictaduras implantadas en América Latina impuestas a través de la Doctrina de Seguridad Nacional por los EE.UU..
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, con respecto al 30 aniversario del golpe militar expresaba que “Los golpes militares y sus mecanismos del terror y sus metodologías llevaron al asesinato, torturas, desaparición de personas, destrucción de la capacidad productiva del país, y los miles de exiliados dispersos en el mundo, están en nuestra memoria”.
El 24 de marzo se conmemora los 34 años del Golpe Militar en la Argentina. Este episodio marca en nuestra historia reciente una abierta violación a los DERECHOS HUMANOS: Los niños y adolescentes que hoy transitan por las escuelas públicas de nuestra patria no habían nacido, quizá tampoco sus padres.
Tal vez sí, algún abuelo o abuela. Muchos docentes eran pequeños en aquel entonces. Otros padecieron la censura en las instituciones porque las prohibiciones se instalaron en todos los frentes y gran parte de ese control fue ejercido a través de la escuela. Hubo presos, perseguidos, cesanteados, desaparecidos tal como pasó con un alumno de la ENET Nº 2 y numerosos partieron al exilio.
La oscura Operación CLARIDAD diseñada por el Ministro de Educación de aquel entonces, Ricardo Bruera, dispuso el espionaje dentro de las escuelas para dar cuenta de profesoras y profesores, maestros y maestras, alumnos y alumnas sospechosos de ser opositores. El plan cultural de la dictadura asumió como consigna “Prohibido Pensar”. Así, la educación pública fue herida de muerte.
La matrícula decreció en todos los niveles. Muchas escuelas fueron cerradas y se persiguió implacablemente todas aquellas manifestaciones culturales consideradas “perturbadoras”.
Se prohibió por decreto la circulación y lectura de algunos libros infantiles con el pretexto de “preservar la moral de la niñez…” Esta pesadilla la padecieron nuestros padres y abuelos; entonces todos somos parte de esta historia : trabajadores, obreros rurales, intelectuales, políticos, religiosos, investigadores, artistas, estudiantes, profesionales, niños, adolescentes. Todos privados de libertad. Muchos, privados del derecho a la vida.
Hubo también argentinos que decidieron mirar para otro lado, hacer como que acá nada pasaba. Habían aprendido muy bien la lección de los golpistas “si no estas en nada raro, nada te pasa”
A 34 Años falta mucho por construir. No es nada fácil. Pero estamos vivos y podemos discutir lo que nos pasa. Nosotros, los de las escuelas técnicas, las llamadas industriales, somos la resistencia de ese genocidio que aniquiló a toda una generación y como sobrevivientes estamos llamados a luchar por la VERDAD, la JUSTICIA y la MEMORIA para que NUNCA MÁS el miedo ahogue las conciencias. Gracias
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